Enredando ciencias
domingo, 8 de mayo de 2011
VIH y SIDA
¿Quién no ha oído alguna vez la palabra sida o VIH en la televisión? ¿Quién no ha leído sobre el gran número de muertes que trae? Estoy seguro de que todos hemos no sólo hecho esas cosas, sino también haber oído alguna que otra campaña para promover el sexo seguro con el fin de evitar las ETS (enfermedades de transmisión sexual). La pregunta es... ¿estamos suficientemente informados acerca de esto? Porque hay personas que incluso no diferencian entre el VIH y el sida, cosa que me parece pésima, porque algo tan arriesgado como esto, ha de conocerse como la palma de nuestra mano.
El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) es un lentivirus (de incumbación muy larga, de ahí su nombre) que fue descubierto hacia los años 80 tras una gran epidemia producida concretamente en 1983. El caso es que este virus afectaba sólo a los chimpancés de Centroáfrica en sus comienzos hasta que una mutación de este virus hizo que pudiera afectar a nuestra especie, los homo sapiens sapiens, quedando así al descubierto de este virus que desemboca en el sida.
Así pues, el sida es una etapa que el virus del VIH produce, es decir, la fase más desarrollada del virus pasados ya unos años de su infección, pues el virus puede no dar sus primeros síntomas hasta pasados los 10 años.
El descubrimiento de este virus vino de la mano del equipo de Luc Montagnier en la década de los 80, aunque no recibieron el Premio Nobel hasta el 2008 por su descubrimiento. El caso es que se detectaron muchísimos casos de infecciones de un hongo Pneumocystis jirovecii donde en la mayoría de los casos la infección estaba en homosexuales o en drogadictos que compartían los instrumentos intravenosos. Al comienzo, se le relacionó la enfermedad con personas homosexuales, pues. Posteriormente, este virus se hizo notar en personas no homosexuales que recibían trasfusiones de sangre debido a su condición de hemofílicos. Así pues, se comenzó a pensar que se trataba de un virus que infectaba a personas por vías similares al de la Hepatitis B. Finalmente, tras unas discordias por su nombre, quedó en 1984 llamado como el virus de inmunodeficiencia humana.
En cuanto a su estructura, el virión (la parte del virus que es infecciosa) es esférica con un diámetro de 80-100 nm. Está constituido por tres capas (no paso a explicarlo porque sería ahondar demasiado en algo que ni siquiera entenderemos xD). Comparte con los retrovirus muchas características.
La replicación de este virus (como ya sabemos por los resúmenes los virus se replican dentro de las células) ocurre sobre todo en los linfocitos T (tipo glóbulos blancos), de ahí el nombre de este virus, pues nos destroza el sistema inmunológico dejándonos débiles frente a otras amenazas. No obstante, también puede replicarse en monocitos y macrófagos, en células dendríticas (que forman parte también de la inmunidad innata) y en células de microglía del cerebro. Para no ahondar demasiado en tecnicismos y evitar un copia y pega ininteligible pondré un vídeo que lo explica a la perfección y yo diré que la replicación de este virus consiste en la invasión de la célula, la penetración en ella, quedando la cubierta de proteínas fuera y entrando el ARN, que contiene el virión, en el núcleo, para así infectar a la célula. El siguiente paso es fabricar mediante una proteína del virión un ARNm que forme unas proteínas diferentes, con información genética del virus. Así pues, estas proteínas víricas se ensamblan para formar componentes internos de la estructura del virión. El último paso es la gemación mediante el cual los nucleoides víricos se envuelven estando cerca de la membrana plasmática para así desprenderse, formando un nuevo virión.
Hay tres formas de transmisión del virus:
Sexual: la infección se transmite por el contacto de secreciones con la mucosa genital, rectal u oral de la otra persona. Así pues, el sexo en estos casos no es seguro o es porque hay un accidente (como la rotura del preservativo).
Parenteral: la infección se transmite a través de la sangre. Esto ocurre en el caso de drogadictos que consumen drogas intravenosas y comparten las jeringuillas; en países pobres donde no hay las suficientes medidas de higiene; en el caso de hemofílicos que se han inyectado sangre infectada; o incluso si hay un accidente y una herida entra en contacto con sangre infectada.
Vertical: la infección se transmite de madre a hijo. Puede ocurrir durante las últimas semanas de embarazo, durante el parto o la lactancia. En estos casos se controla el embarazo y se le da a la embarazada un tratamiento anti-retroviral. El parto se suele realizar por cesárea y la lactancia queda anulada.
Fases del virus: se diferencian tres fases del virus debido a sus diferentes síntomas y el tiempo que el virus lleva infectando, son las siguientes:
Fase aguda: comienza en el momento del contagio del virus que se propaga a través de los fluidos corporales. En pocos días el virus ya afecta no sólo a las células del comienzo, sino también a los ganglios linfáticos. El virus se multiplica hasta llegar a unos niveles propios de la fase crónica.
Una parte de los pacientes en esta fase no presenta ningún síntoma, es decir, son asintomáticos. Sin embargo, la gran mayoría de los pacientes presentan manifestaciones clínicas. El cuadro de síntomas es similar al de la mononucleosis infecciosa (enfermedad del beso): fiebre alta, posible amigdalitis, vómitos, diarrea.
Este virus ataca principalmente a los linfocitos T que constituyen una parte de nuestro sistema inmunológico. Las pruebas de VIH no son fiables hasta el tercer mes, pues lo que se presenta son los anticuerpos del virus, aunque si queremos una fiabilidad mucho mayor podemos esperar al 6º mes. Esta fase se conoce como fase ventana y no se puede detectar en suero.
Fase crónica: en esta fase los pacientes son asintomáticos, pero el virus sigue en plena actividad, pues destruye muchísimos linfocitos T y se reproduce incesantemente. Lo único tangible en esta fase es la reducción de plaquetas, ya que nuestros linfocitos se reproducen a gran velocidad y no es tan tangible el cambio.
Aún así, entre los 5 a los 10 años de la infección, ya se ha diagnosticado el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (sida), tercera fase y última del virus.
Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (sida): es la última de las fases del virus. Aquí el organismo ya no tiene capacidad de reponer los linfocitos T que el virus destruye . Así pues, el virus nos deja débiles frente a otras enfermedades o amenazas, pudiendo ser cualquier cosa letal. Los síntomas de esta enfermedad varían muchísimo dependiendo del paciente, así pueden mostrar un cuadro clínico de la categoría A y, por lo tanto, ser asintomáticos. Algunas de los síntomas casuales de esta enfermedad son: la neumonía, el sarcoma, la tuberculosis, la candidiasis y el citomegalovirus. Se hacen tres distinciones dependiendo del cuadro clínico:
Categoría A: son asintomáticos o su infección es leve.
Categoría B: no es ni asintomático ni se encuentra en el punto extremo de la categoría C. Alguno de sus síntomas son: fiebre menor de 38'5 ºC, candidiasis vulvo-vaginal u oral, herpes zóster...
Categoría C: presenta grandes complicaciones y es la que tiene peores y más síntomas: tuberculosis, citomegalovirus, candidiasis, aspergiliosis, neumonía, bronquitis, sarcoma de Kaposi...
Tratamiento: el tratamiento son los antirretrovirales que frenan el avance de la enfermedad o del virus (dependiendo de su fase) y así intentar evitar infecciones que puedan ser letales. La enfermedad no se puede curar con los antirretrovirales, sólo podemos frenar el avance y la carga viral con el fin de mantener una vida lo más normal posible. Suelen hacerse "cócteles" que consisten en la mezcla de muchos retrovirales diferentes con el fin de evitar la multiplicación del virus. Una de las ventajas es que el cóctel no sólo ataca a una zona, sino que ataca a varias zonas del cuerpo infectadas impidiendo el ensamblaje de las proteínas infectadas.
Entre las zonas más afectadas por el virus están: la zona Sudafricana, Rusia y la zona Centroafricana (pero en menor proporción que la del sur). No obstante, es un virus que está extendido a nivel mundial, en menor o mayor cantidad.
Bueno, y para concluir este trabajo me gustaría añadir un punto de vista subjetivo, puesto que no estoy aquí para soltar algo tan trascendental y callarme la opinión.
Todo el mundo cree que el sida es una enfermedad que no nos puede afectar, total, somos intocables. Además, si por casualidad mantuviera sexo no seguro con alguien... ¡qué casualidad de que estuviera infectado! Pues para todas estas personas que se creen "dioses" que sepan que están muy equivocadas. He leído muchos testimonios de personas infectadas por sida y todas decían lo mismo, que era algo ajeno, que se creían que eso jamás... El refrán dice más vale prevenir que curar y, además, estamos super concienciados de esto, el caso es que luego en la práctica no es tan fácil de realizar, por lo visto. El uso del presevativo siempre, ¿de verdad estamos dispuestos a pagar un precio tan alto por unos momentos de lujuria? Seamos racionales, no nos merece la pena condenarnos de por vida por unos momentos de pasión desenfrenada. Así que sin condón, no hay sexo. Porque... puede haber muchas sorpresas que no nos esperábamos, tal y como nos lo dejan claro las personas que nos cuentan su historia acerca de su infección.
Dicho esto, concluyo este trabajo. Un saludo.
Jonathan.
domingo, 23 de enero de 2011
Islandia
Lo cierto es que, muy lejos de aquellos conocimientos superficiales acerca de su clima, nos hallamos ante una suculenta isla que nos deleitará a todos con su amplio abanico paisajístico y sus intensas actividades geológicas y volcánicas, como consecuencia de su localización: la dorsal Mesoatlántica. Y es que, turísticamente, estamos ante la mayor fuente geotérmica del mundo donde podemos ver géiseres y manantiales, dispersados por toda la isla, cuya finalidad es la de encontrar unos momentos de sosiego y relax. (Mapa orográfico).
Centrémonos un poco más en sus actividades geológicas:
Como he mencionado anteriormente, Islandia se sitúa en el tercio septentrional de la dorsal atlántica que disecciona la isla, y al mismo tiempo sirve de límite a las placas continentales americana y eurasiática. Por lo tanto, dadas las circunstancias geológicas, estamos ante una isla con unas actividades inmensas que se manifiestan mediante potentes erupciones submarinas en el Atlántico y en forma de volcanes en la isla.
Como consecuencia de esta violenta fuerza telúrica, el territorio formado por los fiordos* occidentales y una extensión de la franja oriental, surgieron del mar hace 16 m.a., por lo que se le puede considerar una de las islas más jóvenes del planeta. Pese a eso, en los fiordos occidentales aún queda antigua masa emergida, que hace 50 m.a. formaba la meseta de Thule, a todos los efectos un puente de tierra entre Europa y Groenlandia ha desaparecido bajo las aguas del océano.
*Fiordo: Según la RAE, Golfo estrecho y profundo, entre montañas de laderas abruptas, formado por los glaciares durante el período cuaternario.
No obstante, la restante superficie insular es más reciente, por cuanto la ubicación de Islandia sobre la dorsal Atlántica y la consecuente partición de su tierra emergida en dos mitades pertenecientes a cada una de las mencionadas placas, origina que los seísmos y las erupciones volcánicas se manifiesten continuamente. De hecho, se estima que la tercera parte de las coladas de lava surgidas en el globo en último milenio se han generado de Islandia.
A eso, hemos de añadirle que posee un elevado número de volcanes activos, como Eldfell, Ór Kat Hek y Grimsvótn.
Así pues, la topografía islandesa presenta cráteres, calderas y lagos volcánicos, destacando a nivel geológico los grandes depósitos de escoria y lava.
He aquí unas pequeñas imágenes de Islandia que toman rasgos generales así como diferentes paisajes. Con este pequeño viaje, dan ganas de irse allí de vacaciones.
Bueno, pues aquí concluye la “investigación” acerca de la formación de Islandia y la abordación de unos temas de interés acerca del lugar. Espero que lo hayáis disfrutado. Un saludo.